Yoga y su efecto en el cerebro

Yoga y su efecto en el cerebro: La ciencia ha demostrado que las asanas, la respiración y la meditación pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo.

Yoga y su efecto en el cerebro

El yoga, incluidas las posturas físicas (asana), las técnicas de respiración (pranayama) y la meditación, se ha estudiado ampliamente. El yoga tiene tantos beneficios, pero para este artículo, me centraré en su efecto sobre el cerebro y las ondas cerebrales.

Los estudios muestran que el yoga disminuye la ansiedad al mismo tiempo que aumenta la función cognitiva. Un metanálisis de 15 estudios encontró que el yoga (asana, respiración y meditación) aumenta la actividad cerebral general. El aumento de la actividad cerebral se asocia con un aumento del volumen (tamaño) en la amígdala (corteza emocional) y los lóbulos frontales, que son el panel de control del cerebro y supervisan la expresión emocional, la resolución de problemas, la memoria, el lenguaje, el juicio y las conductas sexuales.

Los investigadores también observaron una mayor actividad y volumen en la materia gris, que gobierna el control muscular y las percepciones sensoriales, como la vista, el oído, la memoria, las emociones, el habla, la toma de decisiones y el autocontrol.

Yoga y su efecto en el cerebro: Modifica tus ondas cerebrales

Las ondas cerebrales pueden acelerarse o ralentizarse según nuestro nivel de actividad física y mental. Cuando nos volvemos más tranquilos o inconscientes, las ondas cerebrales se vuelven más lentas. A medida que nos volvemos más activos o conscientes, se aceleran.

Por ejemplo, en el sueño profundo (cuando estamos inconscientes), aumentan las ondas delta extremadamente lentas (0,5-4 Hz). En un estado semiconsciente (digamos entre el sueño y la vigilia), pueden predominar las ondas theta (4-8 Hz). Durante un estado descansado, relajado y meditativo, las ondas alfa (8-13 Hz) aumentarán. Durante la actividad normal de vigilia, la mayoría de nosotros vivimos con un cerebro donde predominan las ondas beta de mayor frecuencia (13-36 Hz).

En el mismo metanálisis mencionado anteriormente, se midieron los efectos del yoga sobre la función de las ondas cerebrales. Se concluyó que después del yoga, la respiración y la meditación, se observaron los siguientes cambios en las ondas cerebrales:

Cambios en las ondas cerebrales del yoga

  1. Aumento de los estados de ondas cerebrales positivas.
  2. Aumento de ondas alfa, asociado a relajación + tolerancia al dolor.
  3. Mayor actividad theta, asociada con disminución de la ansiedad + mayor concentración.

En otro estudio que midió los efectos del yoga, la respiración y la meditación en estudiantes universitarios, los investigadores encontraron un aumento significativo en las ondas cerebrales alfa y delta. El aumento de la actividad delta se asocia con una mayor eficiencia del funcionamiento del cerebro y puede mejorar el rendimiento mental y la salud en general. El aumento de la actividad alfa está asociado con la vigilia, la vigilancia y es el requisito esencial para la eficiencia del estudiante.

En el mismo estudio, encontraron una mayor coherencia de ondas cerebrales (dos o más partes del cerebro funcionando en sincronía). El cerebro funciona mejor como un todo que como partes aisladas. Una mayor coherencia se asocia con un pensamiento y un comportamiento más integrados y efectivos, lo que incluye una mayor inteligencia, creatividad, capacidad de aprendizaje, estabilidad emocional, razonamiento ético y moral, confianza en sí mismo y reducción de la ansiedad. Estos hallazgos coinciden exactamente con lo que vemos en mis estudios sobre respiración nasal nariz.

Finalmente, en otro estudio, después de dos horas de kriya yoga, se observó un aumento significativo de los ritmos alfa y theta en el cerebro en diez de los once sujetos. Esto sugiere un mejor acceso al subconsciente y las emociones, en particular las viejas emociones reprimidas. Para algunos, las ondas alfa se duplicaron con creces. Curiosamente, el área en la que se observaron más ondas alfa y theta fue el área que promueve un estado de ánimo más saludable y reduce la ansiedad y la depresión. En este estudio, los investigadores concluyeron que las prácticas de yoga, respiración y meditación demuestran una limpieza del inconsciente, donde muchos de nosotros tenemos viejos patrones emocionales de comportamiento no deseados.

Lleva tu mente yoguica a tu vida cotidiana

Entonces podemos ver que el yoga, la respiración y la meditación pueden cambiar nuestro cerebro. ¡Pero quizás el mensaje y el objetivo más importante del yoga es cómo sacar ese sistema nervioso tranquilo del mat de yoga! En otras palabras, ¿cómo podemos incorporar las ondas cerebrales meditativas alfa y theta a nuestra actividad diaria?

Piense en ello como si funcionara desde el interior del ojo de un huracán. El ojo representa ondas cerebrales meditativas más lentas, mientras que los vientos representan actividades más rápidas y estresantes, o una función de ondas cerebrales beta más rápida. Cuanto más grande es el ojo de la tormenta, más poderosa es la tormenta, o más productivo puedes ser en tu vida. Sí, podemos ser más productivos, pero cuando aprendemos a mantener nuestro cerebro en el ojo de la tormenta, podemos ser productivos sin el estrés, el desgaste y las roturas habituales.

Recuerda, el objetivo es llevar la calma contigo a tu vida. En mi libro Body, Mind, and Sport, utilizo el ejercicio como modelo para aprender a manejar el estrés desde un estado de ondas cerebrales alfa meditativo, tranquilo y coherente. En nuestro estudio, pudimos reproducir la “zona” alta del corredor (donde los atletas dicen: “Mi mejor carrera fue mi carrera más fácil”) que los atletas buscan desesperadamente.

Así que la próxima vez que desee equilibrar sus ondas cerebrales y funcionar desde el ojo de la tormenta, recurra a la antigua sabiduría del yoga: respire, estírese y medite.

Por: Dr. John Douillard, DC, CAP.